
De hecho, una tasa de desempleo todavía por encima del 20%, a pesar de cerrar con una mejora de 2,81 p.p. con respecto a 2014, más la incertidumbre política del momento, hicieron que el porcentaje de personas que ven con optimismo su futuro laboral se mantenga estancado en torno al 25%. Lo mismo sucede con aquellos que consideran que el país ya no está en recesión, alrededor del 30%.
Y es precisamente la seguridad en el empleo la preocupación número uno para un 20% de los encuestados. Es la cifra más alta de Europa solo superado por otras dos economías del sur del continente, Grecia (27%) e Italia (22%). En cambio, en Francia y Gran Bretaña el terrorismo es lo que más inquieta a sus ciudadanos actualmente, con el impacto muy reciente de los atentados de noviembre en París.
¿Optimismo?
El consumo en España se enfrenta a un contexto en el que todavía solo una de cada cuatro personas piensa que el país se alejará del fantasma de la recesión en los próximos doce meses. En este sentido, aún existe un 70% de consumidores que modifican sus hábitos de compra para ahorrar en lo que a gastos domésticos concierne.
Las dos principales vías de ahorro para los españoles son recortar el consumo de luz y gas (63%) y las salidas de ocio fuera del hogar (60%), seguidas del gasto en la compra de ropa (51%). Sin embargo, en el ADN del español está el gastar y los consumidores no siempre se contendrán pues en cuando la economía mejore solo un 22% prevé seguir poniendo coto al entretenimiento, frente a un 47% que seguirá mirando con lupa la factura energética.
El informe internacional “Estudio Global de Confianza de los Consumidores” se realizó entre el 2 y el 25 de noviembre de 2015 con la participación de más de 30.000 consumidores online de 61 países de Asia-Pacífico, Europa, América Latina, Oriente Medio, África y América del Norte. Este informe se basa en el comportamiento de los consumidores con acceso a internet.