
Según el estudio, existen otros dos grupos de población importantes para la industria textil, por el alto gasto en moda que realizan al año. Por una parte están los “anti-aging”, que con un estilo de vestir formal buscan mantenerse jóvenes a través de la alimentación y de un aspecto cuidado. Los “time savers”, por su parte, están interesados por la moda pero no tienen tiempo libre para cuidarse debido a sus cargas familiares. Estos consumidores también se diferencian por el tipo de medios que consumen: mientras los “anti-aging” leen revistas de moda y belleza, los “time savers” prefieren estar al día de las últimas tendencias a través de Internet.
De entre los consumidores menos gastadores en textil, se dan perfiles muy diferenciados según su estilo de vida, intereses y situaciones personales. Desde el marquista convencional, con un estilo clásico y fiel a sus marcas y a sus tiendas de toda la vida, hasta los “health & sport”, cuya máxima preocupación es su salud y su dieta y tienen un estilo más deportivo.
Por último encontramos los “mobile innovation” y los “price controller”. Los primeros tienen otras prioridades como la tecnología y compran ropa sólo cuando la necesitan, aunque sea sin rebajas; mientras que los “price controller” también se ciñen a lo necesario y eligen establecimientos de precio bajo, en su caso obligados por su situación económica.
