Con una facturación anual que ronda los 50 millones de euros y una plantilla de trescientos empleados, la conservera copa el 15% de cuota de mercado, y es especialmente fuerte en el del atún, donde registra el 50%, mientras que tiene el 20% en el de sardinas y anchoas y el 30% en el resto de conservas. De capital 100% nacional, con dos fábricas ubicadas a ambos lados de la ría gallega de Arousa, la compañía se replanteó el pasado año su estrategia empresarial, para lo que contrató a dos consejeros externos: Carlos Dolls y Alan Cordery. Este último se integró finalmente en la organización y asumió la dirección general en julio de 2006. Y en ese momento se pone en marcha un plan estratégico para establecer las líneas de actuación de la compañía de cara al futuro. Parte de este plan es la creación y potenciación de una estructura comercial. “Durante toda la historia de la compañía la estrategia se ha basado en ofrecer productos de extraordinaria calidad, pero en la situación actual, con una distribución tan compleja, se hacía necesario primar los aspectos comerciales”, señala Cordery en la revista Anuncios. Así, se creó un equipo comercial y de marketing, al frente del cual se sitúa Pedro Corrales. El siguiente paso ha sido la homogeneización de la imagen y el packaging de la marca para destacar en el lineal, indica Cordery, y la puesta en marcha de estudios de mercado y de percepción de la imagen de marca en diferentes regiones (Cuca tiene una fuerte presencia en Cataluña o Madrid, pero muy escasa en zonas como Andalucía, País Vasco o la propia Galicia).Después de todo ello, ha llegado el momento, asegura el director general, de fomentar una mayor presencia de la marca y llegar a la consumidora, y “para ello la publicidad nos va a ayudar”. Una tarea, ésta última, que ha sido encomendada a Sra. Rushmore.