Gran Meliá está llevando a cabo un proyecto de reposicionamiento para satisfacer a un cliente cada vez más experto y exigente. Con la inversión en la marca de Gran Meliá, visible en los nuevos hoteles de Palacio de Isora, Colón, Creta y Shangai, incorporando una moderna identidad de marca (creada por la agencia LGD de Miami), una decoración vanguardista y un renovado paquete de servicios en el resto de propiedades, Gran Meliá busca redefinir su lugar en el mercado como una marca moderna de hoteles y resorts de lujo. Según comenta el co-vicepresidente y consejero delegado de Sol Meliá, Sebastián Escarrer, “esta crisis no ha sido una sorpresa para el sector y el plan estratégico que hace cinco años pusimos en marcha está ahora dando unos resultados muy positivos, proporcionando a la compañía seguridad financiera, incluso en situaciones de mercado delicadas como la que estamos viviendo hoy en día.” Según la cadena española, los siete puntos de diferenciación de Gran Meliá son: servicio Red Glove, in room experience, leading hotels, servicio de mayordomo, piscinas de diseño en los resorts, experiencia SPA y restaurantes de autor. Tras más de 50 años de experiencia internacional, Gran Meliá cuenta hoy con casi 4.000 habitaciones distribuidas en 12 hoteles repartidos alrededor del mundo. Además de esta marca, la compañía cuenta con otras dos marcas Premium, Me y Paradisus.