
El objetivo era plantarle cara a su principal competidor y líder en su categoría, la Shandy de Cruzcampo, que acaparaba el 69% del mercado frente al 23% de Mixta.
La estrategia, obra de Publicis, buscó convertir a Mixta en una marca que ofrecía algo diferente, capaz de generar contenidos con los que entretener a su target (jóvenes entre 18 y 45 años). Las creatividades seguían la línea surrealista ya marcada y pretendían tener recorrido por distintos medios, de televisión a internet y los móviles.
Resultados
Mixta alcanzó una cuota del 25,6%, según Nielsen, ganando 2,4% en participación de mercado. La campaña fue un éxito en internet, con más de 500 páginas creadas en Facebook por fans de Mixta, 700.000 páginas con contenidos de la marca y 5.500.000 visitas al canal patrocinado de YouTube.