OgilvyOne ha sido la encargada de diseñar el concepto creativo y de comunicación del restaurante, que se basó en el concepto “unexpected”, que resume la idea de un lugar singular y único que ofrece una experiencia “inesperada”, distinta a las actuales propuestas que se pueden encontrar en el sector de la restauración.

Desde el primer momento, con la creación del nombre Lah!, una expresión coloquial utilizada fundamentalmente en Malasia y Singapur para señalar un estado anímico de sorpresa, la agencia trabajó con el objetivo de dotar de expresividad y vida a toda la oferta del nuevo restaurante.

Además del naming y el concepto de comunicación de todo el lanzamiento, OgilvyOne diseñó el logotipo y la papelería corporativa. También puso en marcha la página web (www.restaurantelah.es) y el diseño de un original concepto de carta, en la que se puede consultar el menú gracias a los iPads puestos a disposición de los clientes. Así, navegando a través de esta carta digital, se pueden seleccionar los platos deseados, ampliar el conocimiento acerca del Sudeste Asiático y viajar mucho más allá de las cuatro paredes del restaurante para explorar el estilo de vida y la gastronomía típica de estos países.

Marta Bodas, directora creativa de OgilvyOne, destaca en un comunicado que todo el proceso de creación de la marca Lah! fue “un reto apasionante. El concepto de ‘unexpected restaurant’ también nos ha permitido construir un universo de acciones concretas y singulares que pretenden alimentar la curiosidad de los clientes por el Sudeste Asiático, además de su estómago”.

OgilvyOne ha sido también la agencia encargada de la campaña de Navidad del restaurante que está basada en las tradiciones del Asia Sudoriental. Tal y como explican los tarjetones navideños entregados en el restaurante durante estas fechas, en Vietnam cada cambio de año los dioses que protegen las casas se marchan en busca de buenos deseos. Por este motivo, los vietnamitas colocan el Cay Neu, un amuleto compuesto con tela roja, cascabeles y pequeñas campanitas que enganchan a una gran caña de bambú para proteger sus casas de los malos espíritus hasta que sus dioses regresen y que los clientes de Lah! Reciben al salir del restaurante.