En el spot, Clive Owen desmonta uno por uno todos los tópicos publicitarios, hasta que incluso se vea obligado a cuestionar el propio anuncio que está protagonizando.

Burger King ha decidido dar un giro a su comunicación, que lleva implícito desde el humor irónico a la autocrítica, rindiéndose de que “muchas veces lo que mejor sabes hacer es lo que menos puedes explicar”. Según Miguel Olivares, director creativo de la agencia responsable de la campaña, “este trabajo se da el primer paso hacía el reposicionamiento de la marca yendo al meollo de la cuestión: la mayoría de los encuestados destacan el sabor de Burger King, el sabor a la parrilla de Burger King es su signo de identidad y lo que les hace líderes por encima de todo”.


Burger King invirtió en publicidad en 2010 15,1 millones de euros. Initiative maneja los medios.


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