Se trata de la primera sentencia de este tipo que una empresa española consigue fuera de nuestras fronteras y, según los expertos, tiene gran valor porque crea un precedente firme en un terreno hasta ahora bastante difuso.

El tribunal europeo se suma a sendas decisiones judiciales obtenidas en los últimos meses por Masaltos.com. A principios de año el Juzgado Mercantil número 9 de Madrid prohibía a un competidor utilizar Masaltos.com como palabra clave en Internet para atraer clientes; poco después el Juzgado de Marca Comunitaria de Alicante.

A mediados de 2009 Maherlo Ibérica (sociedad propietaria de Masaltos.com) demandó a una empresa europea de calzado por “proporcionar a Google sus marcas ‘Masaltos’, ‘Masaltos.com’, ‘Mario Bertulli’ y ‘B. Bertulli’ como términos de búsqueda para anuncios patrocinados”, lo que se ha dado en llamar keywords.

La demanda incluía también prácticas por metatagging, es decir, por incluir en su código fuente las marcas de Masaltos.com para aparecer gratis en los resultados naturales de los buscadores. “Google no incluye publicidad de terceros en los resultados de la búsqueda de palabras como Coca-Cola o Danone, pero mira a otro lado cuando se trata de empresas medianas como la nuestra”, señala Antonio Fagundo, responsable del Departamento Jurídico de www.masaltos.com y abogado de Conteros Asociados.

Las directrices de la UE

 “Esta sentencia nos llena de satisfacción por lo que ha tenido de desigual (similar a la lucha de David contra Goliat), porque pone en tela de juicio el sistema de publicidad de los buscadores de internet y porque sienta un precedente serio para que muchas pymes españolas y europeas sean respetadas por competidores y buscadores de Internet, que siguen cobrando mientras dura la batalla legal. Google debería replantearse su sistema de publicidad, en línea con lo que ya le ha aconsejado el comisario de Competencia de la UE, Joaquín Almunia”.
Masaltos.com permite a los hombres ganar hasta 7 centímetros de altura gracias a unos zapatos de diseño especial que ocultan un alza en su interior. La empresa cuenta con más de 70.000 clientes en todo el mundo y más de 100 modelos en su catálogo. Esta decisión sigue la línea establecida por el Tribunal de Justicia de la UE en los casos Louis Vuitton–Google, eBay-L’Oreal o Budvar–Budweiser, según la cual el propietario de una marca puede prohibir a un tercero su uso como palabra clave en campañas publicitarias.