Nespresso cuenta con una nueva tienda en Madrid, y nada más y nada menos que en la Gran Vía. Se trata de un espacio de 50 metros cuadrados enfocado a la experiencia del usuario con varias zonas diferencias en las que poder descubrir el universo Nespresso: conocer las diferentes variedades de café, depositar y reciclar sus cápsulas, probar sabores…

La nueva flagship boutique es una obra de la artista madrileña Nuria Mora basada en el color, con diferentes motivos decorativos vegetales y muy alineados con la filosofía de Nespresso sobre diseño, creatividad y sostenibilidad. Y es que, según explican en la nota de prensa enviada a medios, tanto la artista como la marca comparten valores en materia de calidad, variedad, versatilidad, innovación, cuidado por el origen, entre otros, lo que ha hecho que la colaboración haya fluido, dando continuidad a la apuesta de Nespresso por el arte.

Para esta creación, cuyo título es 'El café se abre camino en Gran Vía', Mora se ha basado en el 'café como arte' como concepto creativo, poniendo de manifiesto la filosofía de Nespresso de concebir el café como un arte: el arte de hacer las cosas bien, el arte de cuidar a las personas y el planeta y el arte de crear experiencias únicas.

Para ello, se ha inspirado en los principales pilares de la marca: el arte de hacer, el arte de cuidar y el arte de crear. Pilares en los que se ha basado para la construcción de varias vitrinas diferentes en forma de ventana (con un mecanismo de apertura similar al de los calendarios de adviento), que también forman parte de esta estructura exterior, en la que además ha incorporado otros elementos de Nespresso, como tazas y cucharillas, así como flores creadas a mano una a una por Nuria Mora. Estas vitrinas se fueron abriendo de forma escalonada a lo largo de los próximos meses de forma muy especial. 

Para la madrileña Nuria Mora esta colaboración resulta muy importante y enriquecedora: “Me ha permitido crear una obra artística en una de las calles más simbólicas y representativas de mi Madrid, como es la Gran Vía, y esto como madrileña resulta muy especial. Además de poder dejar volar mi imaginación y poder plasmar mi creatividad en un lienzo en blanco en una de las calles con más visibilidad de la ciudad”.