
La compañía Hijos de Rivera, propietaria de Estrella Galicia, entre otras marcas, ha anunciado la adquisición de Vánagandr, una destilería artesanal con sede en Cambre (A Coruña), fundada en 2014 y especializada en la elaboración de ginebra y vodka de alta gama. Esta operación se enmarca en la estrategia de la compañía gallega para consolidar su presencia en el mercado de destilados premium.
Con más de 40 premios internacionales en la última década, Vánagandr ha sido distinguida recientemente con el título de mejor ginebra del mundo en 2024 y con doble medalla de oro en 2025 en el certamen International Spirits Challenge. Se trata, además, de la única London Dry española con este reconocimiento consecutivo.
La adquisición supone la incorporación al grupo del maestro destilador Enrique Pena, figura clave detrás del éxito de Vánagandr y único español miembro del prestigioso Gin Guild.
Francisco Ucha, director general de Corporación Hijos de Rivera, subraya en un comunicado que “la gran oportunidad de integrar una propuesta de destilados excepcionales y de reconocido prestigio que encajan plenamente con nuestra identidad”.
Refuerzo del portfolio y apuesta por la artesanía
Con esta operación, el portfolio de destilados de Hijos de Rivera se amplía con la ginebra y el vodka de Vánagandr, que se suman a marcas como F de Formentera, Quenza o los licores propios de la compañía. Además, Hijos de Rivera gestiona la distribución de rones Arehucas y la gama Destiny Spirits.
Esta integración fortalece la estrategia del grupo en el sector de bebidas espirituosas, un segmento en crecimiento donde la diferenciación y la calidad son factores clave.
Historia de Vánagandr
La marca Vánagandr surge en Galicia con una vocación clara de apostar por la excelencia artesanal en el mundo de las ginebras premium. Su nombre hace referencia al lobo mitológico Vánagandr (Fenrir) de la tradición nórdica, símbolo de fuerza y liberación, una metáfora que la empresa emplea para reflejar su espíritu de innovación y calidad.
Desde sus inicios, la marca ha apostado por un método de producción sesgado hacia lo artesanal: alambiques de cobre, selecciones muy cuidadas de botánicos, agua gallega de alta calidad, y lotes reducidos numerados. Por ejemplo, en sus primeras etapas se menciona una destilación que duraba doce horas y producía poco más de 400 botellas por lote. Su producto principal, la ginebra tipo London Dry, refleja esta filosofía: alcohol de trigo 100 % de grano, sin aditivos, y botánicos como enebro, raíz de angélica, cilantro, piel de cítricos, canela o nuez moscada.