Si a una competición de fútbol tradicional (es un invento británico del siglo XVIII, aunque sea el deporte más seguido del planeta) se nos ocurriera llamarla Kings League, todo el mundo pensaría que la palabra kings hace referencia a los jugadores, verdaderos reyes y protagonistas del juego. No en vano, el mundo del fútbol ha encumbrado a Messi (con el permiso de CR7) como el GOAT* por ser el Rey.

Pero no; la Kings League no es una liga de fútbol tradicional. El fútbol 7 que se juega en la Kings League es otro tipo de fútbol: cartas que cambian las reglas del juego temporalmente, jugadores sorpresa, improvisaciones y una retransmisión muy fresca y directa donde el espectador es el centro de atención.

Nacida del clara-mente controvertido Gerard Piqué, la Kings League es una liga de 12 equipos presididos por 12 amigos muy mediáticos para un target muy joven, aficionado a los videojuegos y acostumbrado a ver contenido de todo tipo en Twitch, Instagram, YouTube o TikTok.

La Kings League es un lienzo en blanco no sujeto a ningun organismo regulador que se ha gestado en tiempo récord y que ha irrumpido en el panorama de entretenimiento como un vendaval. Es un producto que, con el pretexto del deporte, está seduciendo a un perfil de consumidor que se le ha estado resistiendo al deporte tradicional.

Conseguir una audiencia de 1,3M de espectadores simultáneos en tan poco tiempo, solo está al alcance del binomio Ibai Llanos y TheGrefg, cuando en la tercera jornada se enfrentaron sus equipos mientras ellos retransmitían el encuentro en sus respectivos canales. Los demás partidos se mueven de momento entre los 500 mil y 900 mil espectadores. Todo dependiendo de la novedad que se introduzca en ese partido o jornada.

Pocos fans de la Kings League serían capaces de recitar una mínima parte de la plantilla de cualquiera de los clubs participantes. Las plantillas de la Kings League están compuestas de jugadores noveles de ligas inferiores y de viejas glorias del fútbol profesional. Cobran 75€ por partido. No es un salario de rey.

Todo está pensado para la audiencia, y de ahí que los presidentes sean el verdadero polo de atracción y que los highlights más vistos de la Kings League no sean los deportivos.

Los presidentes se reúnen en Twitch cada viernes para hacer la previa de la jornada del domingo, tal que si estuvieran tomando unas cañas en el bar. Son los propios presidentes los que retransmiten los partidos e incluso participan en el juego cuando sale una carta sorpresa que les hace lanzar un penalti.

El experimento está financiado de inicio por Kosmos – empresa de Gerard Piqué -, quien no cobra a los clubs ni a los presidentes para participar y asume los salarios de los jugadores y los costes de producción e infraestructura. Cada club y la liga manejan sus patrocinadores de manera individual, y evidentemente el contenido de su propio canal y redes sociales, que también generan ingresos. Quien más ingresos se lleva por patrocinio es Kosmos, ya que es quien más patrocinadores acumula y de mayor nivel, por ser el producto principal.

Los ingresos mensuales por subs (suscripciones de pago) del canal de Twitch de la Kings League se estiman (febrero 2023) entre 12.000€ y 15.000€ mensuales por este concepto, a los que hay que sumar entre 500 y 1000€ por cada anuncio insertado en cada retransmisión, más otros ingresos que puedan generarse por visualizaciones. No son números estratosféricos, pero esto solo acaba de empezar, y huele a negocio.

¿Acabará siendo la Kings League un modelo de liga de franquicias al estilo americano? Si fuera así, ¿por cuánto se podrá vender en el futuro una plaza en la Kings League? ¿Se interesarán las operadoras de televisión de pago por los derechos de retransmisión de la Kings League? Aún es demasiado pronto para saber las respuestas. Lo que sí sabemos es que los Kings no son los jugadores.

*(GOAT: Greatest Of All Times, “cabra” para los más jóvenes)