Por norma general, se considera que los miembros de la generación Z nacieron entre 1997 y 2012, por lo que los más ‘veteranos’ van a cumplir 27 años en 2024. Es decir: siguen siendo jóvenes, pero no tanto, y ya están remplazando en el mercado laboral a los boomers (1955-1964), quienes por su parte ya comienzan a disfrutar de la jubilación.

Esta consolidación de los Z como fuerza laboral deriva en un poder adquisitivo creciente para esta generación y, por tanto, una capacidad de consumo cada vez mayor. Todo ello, a su vez, hace que empresas de cada vez más sectores económicos estén interesadas en hacerles llegar sus mensajes, pero, ¿cómo? ¿Cómo alcanzar a un público que va llegando a nuevos espacios de consumo pero que aún sigue presente en otros más orientados al puro entretenimiento?

El reto en 2024 es importante, puesto que la Gen Z irá ganando cada vez más terreno en el mercado de trabajo hasta que, aproximadamente en 2040, se convertirá en la mayoritaria en detrimento de los milennials. Pero para quienes llevamos trabajando ya un tiempo ayudando a marcas a llevar sus mensajes a este público todo esto no es más que una evolución natural.

Quienes conocemos a los Z sabemos que dan mucha importancia a sus principios y valores, y que son consecuentes con ellos en todos los ámbitos de su vida, incluido el laboral. De todos, destacan la autenticidad y la identidad personal como características diferenciales. Así, los jóvenes sintonizan con aquellas marcas que se postulan de manera genuina y no impostada -y esto es clave, porque son capaces de detectar las diferencias-.

La honestidad y la sinceridad son valores fundamentales para ellos porque, como nativos digitales, viven como ninguna otra generación un bombardeo continuo de contenido, y son precisamente esas características las que destacan de sus referentes. Además, y según un informe de Deloitte de este mismo año, estos jóvenes quieren ser escuchados en el trabajo y aprecian la transparencia y la buena gobernabilidad.

Dentro de esos principios, dos temáticas son básicas para este público: la sostenibilidad y la diversidad. Esto significa que la marca que quiera alcanzar a los Z deberá apostar de manera real por el cuidado del medioambiente y por dirigirse y representar a una sociedad plural, formada por personas cuya identidad individual debe ser respetada.

Por otro lado, la Generación Z no deja de estar formada por jóvenes. Y si algo tienen los jóvenes es que quieren divertirse. Ahí entra en juego una de las vías que, por lo que hemos observado en Playoffnations, más éxito están teniendo en cuanto a estrategias de marketing: el advergaming.

Esta técnica es la mezcla entre gaming y marketing por la cual una marca está presente en un videojuego o entorno virtual como un elemento más de la experiencia, sin invadir el desarrollo de la acción y añadiéndole valor. En este sentido, nuestros trabajos premiados con Kellogg’s y

McDonald’s en entornos Fortnite y Roblox, respectivamente, nos confirman que las marcas obtienen resultados reales con esta técnica.

¿En qué formatos y canales hay que hablar a la Generación Z?

Sin duda, las redes sociales son las principales fuentes de contenido para los Z. El 93,5% de sus miembros así lo certifican, según una encuesta de Wuolah. Utilizan todas las principales, incluida LinkedIn, como consecuencia evidente de su inserción paulatina en el mercado laboral.

¿Y cómo consumen contenidos? Aquí, el vídeo breve con contenido de alto valor es el rey. Los jóvenes Z aprecian muchísimo un contenido audiovisual que les informe y/o entretenga. Si, además -y aquí aparece otra de las claves para ‘dialogar’ con éxito con los Z-, esos vídeos están protagonizados por sus líderes de opinión de referencia, mucho mejor.

De esta forma, una cuidada selección de embajadores de marca con vocación de permanencia se revela como vital para llegar a este público. Como he mencionado anteriormente, los Z son nativos digitales acostumbrados a recibir un bombardeo continuo de información en redes y plataformas, por lo que cuando conectan con un influencer, depositan una confianza alta en él y en las marcas con las que este colabora.

Todo esto, junto a otras experiencias de consumo como el phygital -la unión de las experiencias de compra digital y física-, conforman en definitiva una buena guía para que las marcas y la Generación Z se encuentren con éxito. Como decimos en Playoffnations, captar la atención de las nuevas audiencias es lo más parecido a seducir y enamorar a alguien: hay que hacerles vivir experiencias memorables allí donde ellos se encuentran.