
2024 está a punto de terminar y toda la actividad de la industria publicitaria estas últimas semanas del año se está concentrando en repasar lo que han dado de sí los últimos doce meses y, sobre todo, planear cómo será 2025. Un año que promete ser apasionante para todos los profesionales del sector y en el que, seguro, habrá que hacer frente a algunos retos clave.
La industria de la publicidad es sinónimo de innovación. Por eso, la digitalización y la integración de nuevas tecnologías no es algo reciente para quienes se dedican a ella. Pero, sí que es cierto que en los últimos meses el ecosistema publicitario ha seguido avanzando en esa dirección al mismo ritmo que lo está haciendo la sociedad. Como consecuencia de esta evolución, por ejemplo, el entorno programático cada vez es más sofisticado y técnico —y, por ende, más complejo, aunque, también, más eficaz—.
Además, en 2024 la publicidad ha seguido dando la mano a la inteligencia artificial que se está convirtiendo en una gran copilota para los profesionales del sector a la hora de hacer frente a muchas tareas, desde el proceso creativo, hasta la segmentación o la optimización de una campaña.
Y, teniendo en cuenta esta hoja de ruta que está siguiendo el sector… ¿qué se puede esperar de 2025?
Mantener al usuario en el centro de la publicidad, el reto permanente de la industria
Más allá de tendencias concretas, el principal objetivo tiene que seguir siendo el mismo: los usuarios. Mantenerles en el centro no es una novedad, sino que es parte de la esencia de la publicidad y la razón de ser de cada campaña: trasladar un mensaje con éxito a una audiencia y tratar de crear una conexión valiosa con ella.
Y, en un momento como el actual, con un desarrollo tecnológico abrumador, con una cantidad de contenido que se genera a diario o la infinidad de opciones que existen para crear campañas, es más importante que nunca poner el foco en esa esencia.
De hecho, en este entorno de pantallas, redes sociales e infinidad de plataformas, saber diferenciarse es lo más importante. El éxito de cada acción comienza cuando se consigue que el usuario se detenga ante un anuncio, ya sea a través de una pantalla, en la calle o en cualquier otro soporte.
Por este motivo, no es de extrañar que en los últimos meses se haya empezado a hablar con más fuerza de las métricas de atención. Frente a la saturación publicitaria, saber que un anuncio ha llegado a su destinatario y este ha recibido el impacto adecuadamente es fundamental.
Y, para evaluar este éxito, las métricas de atención son un gran apoyo. Permiten llegar a dónde otros indicadores no llegan y descubrir si realmente un usuario ha recibido el mensaje. Asimismo, también dan la posibilidad de ahondar en las emociones o sensaciones que este contenido le ha despertado o qué es lo que más le ha atraído de una creatividad publicitaria.
Cuidar la privacidad y utilizar de manera rigurosa con la data, otro gran reto para 2025
Aparte de todo lo que gira en torno a las propias campañas, el compromiso de trabajar con la mente siempre puesta en el usuario va mucho más allá. En los últimos años se ha hablado mucho en el sector sobre privacidad y la forma de trabajar con la data.
De hecho, progresivamente, al ritmo que se desarrollaba el mundo digital, han ido apareciendo normativas que pretenden garantizar la seguridad de los ciudadanos en este espacio, así como de la información que dejan en internet.
En el ámbito publicitario, tenemos que apostar por impulsar soluciones de addressability que cuidan la privacidad del usuario. En este sentido, es clave apostar por usar data 100 % first party, que se haya obtenido de manera segura y que se procese del mismo modo.
Esto, además, no solo redunda en el respeto a la privacidad de la audiencia, sino que nos ayuda a mejorar la planificación y la segmentación de las campañas y conseguir así que sean más eficaces.
Impulsar la sostenibilidad también es poner al usuario en el centro
En 2024 la sostenibilidad también ha sido un tema prioritario. Y, seguro que seguirá siéndolo en 2025. Atender la emergencia climática es mucho más que un reto para los profesionales de la publicidad. Es un trabajo que compete a toda la sociedad, también a título personal.
Y, en este sentido, las marcas tenemos mucho que aportar. Ya no solo por la forma en la que trabajemos, sino también por los mensajes que lancemos y por los hábitos de consumo que impulsemos.
En Adevinta creemos firmemente en el poder de la economía circular y el papel que desempeñan los marketplaces digitales de segunda mano para fomentarla. De hecho, el informe El efecto ambiental de la segunda mano elaborado por Milanuncios permite cuantificar el CO2 que se ahorra de manera potencial al comprar y vender productos que ya han tenido una vida. Así, durante el año 2023, periodo de referencia de esta investigación, la segunda mano en España evitó la emisión potencial de 7.606,77 toneladas de CO2, lo que equivale al consumo eléctrico de 10.923 casas al año o a 12 millones de botellas de plástico.
Unos datos que muestran la capacidad que tienen los hábitos de consumo sostenible en la lucha contra el cambio climático. Unos hábitos que, además, ganan relevancia entre las personas al mismo tiempo que crece su preocupación y su concienciación con el calentamiento global.
Así que, 2025 es el año de poner al usuario en el centro, también a través de la sostenibilidad.