Vivimos en un mundo 4.0, donde los términos como digitalización, innovación, disrupción y adaptación son cada vez más utilizados, pero ¿sabemos realmente qué quieren decir? Buscar nuevas formas de hacer las cosas para mejorar los procesos y conseguir soluciones disruptivas para adaptarse a las oportunidades del mercado son la base y la razón de ser de la transformación digital. Esto implica conocer y adoptar el uso de las tecnologías más innovadoras e integrar diversas herramientas en las estrategias de negocio con el fin de que las tareas diarias de los trabajadores sean más eficientes y rentables.

Dentro de este proceso de cambio existen algunos obstáculos, los soft challenges, que resultan relativamente fáciles de superar para ciertas empresas. Se trata de aquellos retos que no están tan relacionados con la implantación de herramientas tecnológicas, sino con las personas y el cambio de la cultura corporativa que trae consigo la digitalización. Por ejemplo, instaurar políticas de flexibilidad laboral u capacidad del equipo en materia de liderazgo agile o conocimientos de tendencias digitales.

No obstante, existen también otros desafíos, denominados hard challenges que presentan un combate mayor, pero que, a la vez, aportan valor crucial a las empresas, pues juegan un papel fundamental permitiendo ser facilitadores de tareas y automatización de procesos, con el objetivo de aumentar la productividad y la competitividad. En este sentido, existen obstáculos técnicos a la hora de abordar el cambio, como, por ejemplo, migrar los sistemas y servidores al cloud computing; gestionar los datos y analizarlos con herramientas especializadas; conectar el ámbito físico con el digital a través de IoT (Internet de las cosas); utilizar el CRM (Customer Relationship Management) para conocer e interactuar con los clientes; y/o aprovechar los beneficios de la Inteligencia Artificial para ofrecer servicios de atención al cliente.

Además, para que la transformación sea realmente eficaz, resulta de suma importancia que todos los miembros de los equipos involucrados sean formados sobre los procesos digitales a implementar y que todos los departamentos de la empresa estén involucrados. De hecho, uno de los colectivos donde este conocimiento cobra especial relevancia es en marketing, por la conexión entre las nuevas posibilidades tecnológicas y el negocio. El desarrollo del own media de las marcas, las posibilidades de medir todas las acciones de marketing, la capacidad de gestionar el data existente y el accesible, y la personalización (atención al cliente, producto y publicidad), son sólo algunas de las posibilidades que la integración de herramientas y aplicaciones innovadoras ofrece a la mejora de procesos de branding y comercialización del producto de una empresa.

Ante la oportunidad que ofrece la transformación digital, las empresas cada vez se muestran más interesadas en abordar el cambio, y en este camino, se han visto con la necesidad de contar con partners que les acompañen durante su proceso de digitalización y les ayuden a afrontar los retos que supone. The Valley, como un hub de conocimiento que ofrece a las empresas todo lo necesario para su adaptación a este entorno, ha creado un ecosistema de servicios que van desde la formación personalizada a los equipos hasta el acompañamiento para ayudar a las empresas a llevar a cabo la digitalización. Así, gracias a su amplio know-how en transformación digital, The Valley, ha sido elegida la empresa española del área de conocimiento que más rápido ha crecido en Europa, según el ranking “FT 1000: Europe’s Fastest Growing Companies” del Financial Times.

La transformación digital implica hacer ver a las empresas que el entorno ha dejado de ser estático y que hay que estar preparados para afrontar una constante evolución. Solo las compañías que sean conscientes de esta circunstancia y decidan abandonar el entorno de seguridad para abanderar la innovación tendrán cabida en el futuro.