Hace veinte años que el programa más visto del año no es un evento deportivo. En 2020, han sido las Campanadas
Hace veinte años que el programa más visto del año no es un evento deportivo. En 2020, han sido las Campanadas

De manera particular, destacaron los crecimientos de los meses más duros de la pandemia, con los españoles confinados, cuando dedicamos más de 5 horas a ver la ‘tele’, siendo abril el pico del año con más de 300 minutos.

Una de las paradojas que nos dejó este atípico 2020 fue que, a pesar de que los hogares consumieron mucha más televisión, la publicidad se redujo. En abril y mayo, los meses de confinamiento, fue cuando precisamente el volumen publicitario cayó de manera más notable, un 43,5% y un 37%, respectivamente.

Y es que 2020 fue un año para la publicidad donde primó lo conveniente a la cantidad. De ahí que los sectores más publicitarios fueran alimentación (18,9% de GRPs), belleza e higiene (10,9%), distribución y restauración (9,9%), salud (8,8%) y deportes y tiempo libre (6,2%).

Esta publicidad fue, en definitiva, un resumen de nuestras vidas en confinamiento o con medidas restrictivas de movilidad, ya que nos ceñimos a comprar comida y bebida, alimentarnos, cuidarnos y estar en mayor o menor medida entretenidos.

Un año poco convencional, también televisivamente hablando

El año 2020 fue tan atípico y poco convencional que la barrera mental que separa el fin de semana de entre semana se diluyó y dejó de haber dos momentos bien diferenciados para tener uno solo. Así, se explica que haya apenas una diferencia de 13 minutos diarios más de consumo televisivo en sábado y domingo, cuando antes de la pandemia estos dos días eran más abonados al ocio y al entretenimiento.

Y poco convencional también fue la media hora diaria en promedio dedicada a ver la televisión pero no un contenido televisivo como tal, siendo abril y mayo los meses más destacados con 45 y 36 minutos, respectivamente, en comparación con los 29 minutos en promedio de todo el año.

Si observamos a este usuario en esa media hora de consumo alternativo, fueron los más jóvenes, entre 4 y 12 años de edad, los que más encendieron la ‘tele’ para ver algo distinto a los programas y canales convencionales, concretamente una cuarta parte del tiempo que estuvieron frente al televisor.

La televisión en la segunda residencia

Otro de los fenómenos de la pandemia fue el mayor protagonismo de la segunda residencia para muchos ciudadanos, especialmente de la tercera edad, para quienes por momentos fue su “primera” vivienda.

De hecho, la televisión y su visionado fueron la señal inequívoca de que los españoles pasaron más tiempo en su otro hogar, tanto en vacaciones -como alternativa al hotel- como fuera de temporada, alargando su estancia estival.

En efecto, agosto fue el mes con más consumo televisivo en las segundas residencias, especialmente los mayores de 65 años, ya que el 5% de sus minutos ante la pequeña pantalla fueron en la vivienda alternativa.

Septiembre tampoco se quedó corto pues nuestros mayores alargaron en este mes su estancia en la segunda residencia, especialmente en la Comunidad Valenciana, localidad turística por excelencia de la tercera edad, donde el consumo televisivo en esa vivienda se multiplicó por once respecto a un mes precovid como lo fue enero. En las dos Castillas, el incremento fue entre cinco y seis veces superior, mientras que en Asturias y Andalucía se multiplicó por cuatro.