Un nuevo estudio de Usercentrics, basado en encuestas a 10.000 usuarios en Europa y Estados Unidos, revela una transformación profunda en la percepción sobre la privacidad digital en los distintos sectores de la población. La Generación Z, que pasa más de dos horas al día conectada a internet, confía más en las plataformas de redes sociales (44%) que en las instituciones gubernamentales (38%) a la hora de compartir sus datos.

Brecha generacional y nuevos criterios de confianza

Las diferencias entre generaciones son notables. Mientras que los baby boomers otorgan mayor confianza a los organismos públicos (47%), solo un 19% confía en redes sociales. En cambio, la Generación Z muestra mayor disposición a compartir información, incluso con sistemas de inteligencia artificial: un 43% acepta que sus datos se usen para entrenar IA, frente al 30% de los boomers.

El estudio también muestra que para los usuarios jóvenes, la comodidad digital prima sobre la preocupación por la privacidad. Un 40% de los encuestados de esta generación está dispuesto a renunciar a parte de su privacidad por facilidad de uso, aunque reclaman condiciones claras, transparencia y garantías de seguridad para confiar plenamente en una marca.

La privacidad para la Generación Z 

El estudio también destaca el cambio que está experimentando la definición de lo que se consideran datos personales sensibles. En este caso, los boomers consideran datos sensibles a los números de teléfono, credenciales de inicio de sesión e información médica, mientras que la Generación Z concede mayor importancia a la protección de la identidad de género, el contenido de sus carritos de compra o el historial de sus conversaciones con asistentes de inteligencia artificial.

El informe también dedica un apartado a la inteligencia artificial que está acelerando la necesidad de contar con prácticas de gestión de datos claras y éticas. Si bien la Generación Z es la más abierta a compartir datos con la IA, el 60% de todos los usuarios siguen sintiéndose incómodos con que sus datos se utilicen para entrenar modelos de IA, y el 49% confía menos en la IA que en los humanos a la hora de tratar sus datos personales.