
¿Qué va a pasar con las redes sociales en el 2026? Según el estudio "The (Social Media) Times They Are A-Changin'", elaborado por Good Rebels, que analiza cómo la cultura social redefine las reglas del juego en el actual contexto económico, estarán marcadas por un consumo digital más consciente, el auge del "social detox" y una reacción creciente frente al contenido sintético generado por inteligencia artificial.
Los creadores de contenidos, nuevos protagonistas de la conversación digital
El estudio destaca la consolidación de los creadores de contenido como nuevos protagonistas de la conversación digital. Ya no son meros altavoces, sino infraestructuras culturales capaces de moldear la opinión, descubrir productos e influir en tiempo real. El 61% de los usuarios confía más en ellos que en las marcas y el 75% afirma haber descubierto nuevos productos gracias a sus recomendaciones.
Además de la presencia consolidada de estos nuevos agentes, ¿cuáles serán las tendencias que transformarán el ecosistema digital? Good Rebels identifica cuatro fuerzas clave que están marcando el pulso de las redes:
- In This Economy?: en un contexto de incertidumbre económica, la autenticidad se convierte en el nuevo lujo y el consumo emocional redefine las prioridades.
- Social Detox: frente a la saturación de contenidos, crece la búsqueda de espacios digitales más humanos e imperfectos.
- La IA comiéndose a sí misma: el exceso de contenido automatizado provoca una reacción cultural que reivindica la creatividad humana.
- The New Era of Influencing: los creadores dejan de ser escaparates y se transforman en medios con narrativa propia.
Diez claves para entender las redes sociales en 2026
Sobre estas cuatro macrotendencias globales, Good Rebels ha identificado los 10 inputs que moldearán la narrativa social y de marca el próximo año
- Economía emocional del consumo: los usuarios compran con más intención y menos impulsividad; valoran marcas coherentes.
- Desinfluencing y consumo consciente: aumentan las menciones al "deinfluencing", fomentando la reutilización y el escepticismo ante la publicidad excesiva.
- Nostalgia vintage: la Generación Z encuentra en los 90 y 2000 un refugio emocional; lo Y2K se consolida como lenguaje cultural.
- Clean look vs maximalismo: conviven el minimalismo emocional con la estética de dopamina visual como vías de escape.
- Sobrecarga publicitaria: el 91% percibe demasiados anuncios y el 71% evita comprar tras experiencias intrusivas; la atención se convierte en un bien escaso.
- Cansancio del bienestar perfecto: crece el wellness burnout; los creadores promueven el autocuidado realista.
- Desconexión como reparación mental: aumenta el interés por el "digital detox"; volver a lo físico ya no es una moda, sino una necesidad.
- Redes menos sociales: se priorizan espacios íntimos como close friends o discord frente al exhibicionismo tradicional.
- Fatiga de la IA: los usuarios buscan procesos vivos e imperfectos; se alerta sobre el riesgo de homogeneidad algorítmica.
- Creadores como medios: las marcas pasan de alquilar audiencias a colaborar en narrativas compartidas, priorizando valores sobre clics.