
Fundada a principios de la década de los Cuarenta, Gorila es una de las empresas de calzado más longevas de España. Desde sus inicios en un modesto garaje de Mallorca, pasando por el nacimiento de la famosa pelotita verde, hasta su posterior traslado a Arnedo (La Rioja), esta exposición recoge la historia de una marca que ha visto crecer a varias generaciones y que ha calzado a pequeños y mayores desde los convulsos años de la posguerra.
Algunas curiosidades sobre Gorila
Su nombre se inspira en la película King Kong, estrenada unos años antes de la creación de Gorila y cuyo personaje causó gran impacto cultural en la época. Jaime Salom, fundador de la marca, quería transmitir con este nombre la gran fortaleza y resistencia de sus zapatos. En los años Cuarenta la marca fue la primera en usar suelas de goma, más flexibles y resistentes que las habituales de cuero o madera. Su proceso patentado de unión mediante vulcanizado de las suelas con la piel del resto del zapato formó los zapatos más resistentes del mercado, y mejoró sustancialmente su comodidad.
En los Sesenta vivieron su primera situación delicada, cuando surgieron imitadores que sacaron modelos parecidos al mercado. Esto fue el detonante que llevó a la dirección de Gorila a tomar la decisión de hacer uso de la publicidad, con la que decía a los consumidores. “Desconfíe de las imitaciones. Exija el sello verde ¡el auténtico!”
Pocos años después empezaron a regalar siempre una pelotita verde junto con la compra de un par de zapatos. Según la compañía, esta acción fue la primera herramienta de marketing promocional que se utilizó en España dentro del sector del calzado.En los años Ochenta, tras la muerte de su fundador, la marca entró en declive: su catálogo y forma de producción estaban totalmente desactualizados respecto a los nuevos tiempos. En 1991 aparece otro hombre que será clave en la historia de la marca: Basilio García, empresario propietario de la firma Callaghan, que ha revitalizado y modernizado la marca.

