Popeyes quiere reforzar su estrategia de expansión nacional con el objetivo de ser la primera opción de restauración a la hora de consumir pollo. Y para ello acaba de lanzar, de la mano de Leo Burnett Madrid, la campaña ‘A todo le podemos sacar alegría’.

Mediante este concepto la agencia propone un paralelismo por el que, igual que celebramos los eventos cotidianos de la vida, la cadena de restauración le saca la alegría al pollo, elaborándolo con un proceso muy cuidado para que toda esa alegría que lleva dentro se traslade al paladar de los clientes, se contagie a los momentos e inspire una visión más positiva del mundo. 

“Con esta campaña buscábamos poner en valor la forma de hacer las cosas que tiene Popeyes, una actitud ante la vida que hoy en día es más necesaria que nunca: no dejar las cosas sólo como son, sino ir un paso más allá y encontrarles un lado con más sabor. En el caso de Popeyes, esta forma de hacer las cosas resulta en un pollo que está buenísimo”, explica Gaston Guetmonovic, director general creativo de Leo Burnett.

‘A todo le podemos sacar alegría’ pone el foco en el proceso de elaboración de la marca, una forma de cocinar que hace que el pollo sea mucho más jugoso, sabroso y crujiente, al tiempo que traslada al público que el pollo Popeyes no es solo capaz de seducir con su sabor, sino también por la satisfacción que produce su consumo.

Para Yvette-Karen Altet, directora de marketing Popeyes, la apuesta de Popeyes siempre ha sido clara, “desde el primer día, nos enfocamos en el producto, en su cocinado, en la calidad y en el resultado. Queremos que nuestro pollo sea una fuente de alegría que contagie a nuestros clientes. En estos tiempos, encontrar lo positivo en las pequeñas cosas es lo más importante, y nuestro objetivo es transmitir a todo el mundo esa positividad que tanto nos caracteriza y que inunda nuestras cocinas”.

Esta campaña estará presente en medios tradicionales, como televisión y exterior, y en plataformas digitales y redes sociales. La agencia de medios es Wavemaker.