En la actualidad, la compra de espacios publicitarios es un proceso inmediato y automatizado donde todos ganan: los anunciantes, los editores e incluso los consumidores porque les llegan ofertas que más les interesan. La clave del éxito es el Ad Server o servidor de anuncios, el motor de la publicidad digital.

Sin su concurso no existiría la publicidad online; todo el ecosistema publicitario en la red se vendría abajo. Se haría la oscuridad y volveríamos al siglo XX donde, antes de su creación en 1995, la negociación para la compra de espacios publicitarios podía alargarse de 20 a 45 días.

Ad Server es una plataforma que sirve anuncios para espacios publicitarios en los medios online bajo un protocolo determinado. Su software permite gestionar los espacios disponibles, distribuir los anuncios más adecuados a los intereses de los usuarios y hacer un seguimiento de su impacto.

El servidor se pone en marcha en cuanto el usuario accede a una página web. Las cookies registran toda la información de su navegación y comportamiento (por ejemplo, si hace clic o no, dónde, cuándo…). El navegador conecta con el servidor donde está alojada la web y envía un código HTML. Con estos datos, Ad Server define el tipo de usuario por sexo, edad, información demográfica, entre otros, para mostrar de su inventario el anuncio más ajustado a sus características y a los objetivos del propio anunciante (quien previamente habrá fijado los parámetros de su campaña). Esta operación se realiza de forma automática, en milésimas de segundo, con impacto inmediato en el usuario.

Además, Ad Server es una herramienta indispensable para medir la eficacia de los anuncios porque recoge datos de impresiones, clics, conversiones, etc., que permiten a los anunciantes monitorizar sus campañas y a los editores poner a la disposición sus espacios. Recopila las estadísticas de la campaña que se convierten en clave para el anunciante a la hora de realizar cambios necesarios de su creatividad en tiempo real para conseguir los objetivos.

Ad Server es el núcleo de las campañas digitales. En publicidad programática cobra incluso más sentido. Aquí entran en juego otros elementos como el DSP (Demand Side Platform), el SSP (Supply Side Platform) y el Ad Exchange. El DSP es la herramienta que determina la compra automatizada de impresiones en los diferentes Ad Exchanges (el mercado global que gestiona la oferta y demanda de publicidad). El DSP calcula con algoritmos la impresión más económica o el banner más eficiente en una determinada campaña y, a partir de ahí, se inicia la puja. DSP trabaja sobre la base de Real Time Bidding (la puja en tiempo real) sin necesidad de negociar precios con los editores porque todo el proceso es automático.

Si el DSP está pensado para anunciantes, el SSP es una solución para los editores. Es una plataforma que ayuda a gestionar el inventario de anuncios, a optimizar la venta de los espacios y a maximizar los ingresos.

Ad Server también incorpora otras tecnologías para garantizar el éxito de las campañas online. Así, cuenta con estrategias de doble tracking con otros servidores de publicidad para clientes que quieren toda la información en un mismo Ad Server; mediciones propias de medios digitales; herramientas independientes para medir la visibilidad y la efectividad en medios; y tecnologías de audiencia como el DMP (Data Management Platform) que permite una gestión de datos centralizada para crear audiencias objetivo a los anunciantes.

En definitiva, Ad Server se ha convertido en el mejor aliado de anunciantes y editores. Su mediación es vital para el éxito de las campañas online. Una herramienta imprescindible para servir, medir y analizar el alcance de la publicidad y tener control total sobre nuestros anuncios.