La publicidad in-app se ha convertido en un soporte imprescindible para los anunciantes ya que los consumidores pasan cada vez más tiempo navegando en apps a través de sus smartphones. Y es que la publicidad dentro de las aplicaciones está resultando ser mucho más efectiva que la que se sirve en una web móvil. 

Según un informe de ComScore, las apps móviles representan casi el 70% del tiempo de navegación en el Reino Unido, un aumento del 27% en comparación con 2018. 

Este tipo de publicidad in-app representa un entorno que ofrece mayor nivel de compromiso con el cliente, mayor efectividad y una calidad más asegurada.

La publicidad in-app ofrece mejores experiencias publicitarias ya que se integra perfectamente dentro de la app, llegando incluso a convertirse en una característica de la aplicación, como, por ejemplo, los filtros de Snapchat.

Incluso se puede combinar la información del ID de los dispositivos, que dura hasta 21 meses más que las cookies, con datos de geolocalización e información específica sobre la aplicación para mejorar la segmentación del anuncio.

Con datos como los volúmenes de descargas y clasificaciones en las app stores, nos aseguramos estar obteniendo un espacio publicitario de calidad en el que invertir de forma segura. 

Los formatos publicitarios más utilizados en este tipo de soportes son los banners. Los intersticials aparecen al abrirse la aplicación y pueden ser cerrados fácilmente por el usuario, permiten a los anunciantes ser más creativos frente a los formatos de web móvil. Por ejemplo, los anuncios de video con recompensas son particularmente eficaces en las aplicaciones de juegos en las que los usuarios obtienen premios dentro de la aplicación al interactuar con un anuncio de video. Este tipo de experiencia de marca absorbe el contexto del anuncio en su propio diseño. Los filtros de Snapchat son otro ejemplo, como hemos comentado antes, de que, con un poco de creatividad, los anuncios in-app pueden convertirse en una extensión perfecta de la propia aplicación.

La mayoría de los anunciantes compra el inventario in-app de forma programada, un proceso que requiere confianza y transparencia entre los diferentes actores tanto en el lado de la venta como en el de la compra. Pero tanto si se compra a través de intercambio programático, directo o open exchange, los anunciantes no pueden olvidar que estas transacciones se producen en un entorno de sistemas complejos. 

La industria ha visto bien algunas iniciativas realmente buenas, como apps-ads.txt, lanzada para minimizar la amenaza de fraude, con el objetivo de crear un estándar único en las iniciativas de in-app, móviles convencionales y de escritorio. Por lo tanto, es importante protegerse comprobando varias veces las vías de suministro de inventario y trabajando únicamente con aquellos partners que puedan aportar pruebas de su compromiso con la seguridad y la transparencia de la marca.

Con el 5G a la vuelta de la esquina, son buenos tiempos para los especialistas que, podrán crear vídeos in-app con mayor impacto. En breve, los móviles serán capaces de soportar formatos de mayor calidad e inmersión sin ningún problema de tiempo de carga, y los anunciantes deberían subirse a bordo. Esto es particularmente relevante para cualquier consumidor que quiera utilizar el "probar antes de comprar" del siglo XXI. 

Así, marcas como Ikea, ya están adelantándose a este tipo de cualidades, permitiendo a los consumidores ver cómo se verían los productos de Ikea en sus propios hogares a través de las funciones de realidad aumentada in-app. Esta tecnología se extenderá fácilmente a la publicidad in-app para obtener impresionantes experiencias de marca 360°.

?Según el informe de Forrester, el mayor reto de la publicidad in-app es el miedo al fraude en la compra de soportes. Sin embargo, el entorno ha madurado mucho y ofrece soluciones seguras para los anunciantes. Trabajar con los partners adecuados para asegurar la transparencia y la confianza es fundamental para recoger los beneficios de la publicidad in-app.

La industria ha avanzado en la búsqueda de sistemas de proteger el valor del inventario de la publicidad in-app, introduciendo iniciativas como la especificación apps-ads.txt de la IAB y las credenciales proporcionadas por otros organismos de la industria como el Trustworthy Accountability Group (TAG). 

Un estudio realizado en noviembre de 2018 reveló que los canales de distribución certificados por el TAG mostraron una reducción del 84% en el fraude en comparación con el promedio de la industria, lo que demuestra que estamos avanzando en la dirección correcta. 

Sin embargo, la industria puede hacer más para obtener todos los beneficios de la publicidad in-app. Es necesario explorar el entorno más rápidamente. Los anunciantes y los vendedores deben ir más allá de los medios sociales para incluir otros verticales que puedan ofrecer tasas de compromiso similares -o incluso mejores-, como los juegos. Para que la publicidad in-app tenga el éxito que se le cree posible necesitamos que la industria sea consciente de su potencial y que los anunciantes la incorporen a sus estrategias.