Los últimos datos reflejan como la vuelta a la “nueva normalidad” está teniendo un impacto directo en el comercio físico. A pesar del miedo inicial tras el confinamiento por volver a los centros comerciales y las tiendas físicas, se percibe como esa sensación semana a semana se va reduciendo y vemos como cada vez más gente está yendo a estos puntos físicos e incluso se animan a probarse ropa y calzado. En este sentido, los españoles están entre los europeos que menos cómodos se sienten probándose ropa y calzado, con solo un 33% que ya lo hace, frente al 50% de los italianos, el 49% de los franceses y el 40% de los alemanes, según el último informe de Ipsos.

A pesar de que los consumidores están volviendo poco a poco a realizar sus compras en las tiendas físicas, el auge de la compra online provocado durante los meses de confinamiento sigue vigente. Para el 72% de españoles la compra online les permite evitar el contacto con los productos, reduciendo así la posibilidad de contagio.

En España, el 45% de los encuestados afirman que ahora están realizando más compras online que antes de la llegada del coronavirus. La compra online se posiciona como una alternativa a la compra física. El 42% de los que realizan sus compras online afirman que disfrutan más buscando y descubriendo productos online que en una tienda física, y un 45% admite que le estresa más comprar en establecimientos físicos que a través de Internet.

En este contexto del incremento de la compra online, los alimentos y bebidas se siguen realizando en los establecimientos físicos, de hecho, en esta categoría no se aprecia casi diferencia en la balanza entre compra física y online entre la actualidad y la época pre-Covid. Lo que sí vemos, es que los consumidores prefieren tiendas pequeñas, el comercio local ofrece más confianza y se percibe como más seguro. 

En categorías como la moda, la decoración de interiores, juguetes y artesanía sí que ha aumentado la compra online y además, son categorías que han incrementado sus ventas tras un parón durante los meses del confinamiento.

Por último, dentro de los hábitos de compra de alimentación, se están detectando ciertas tendencias a las que prestar atención en los próximos meses, como una ligera reducción en la compra de productos “capricho” como snacks, chocolates, bebidas con gas, cerveza y comida preparada, que, aunque siguen siendo altas, no lo son tanto como de forma habitual. El gasto que se deja de hacer en estos productos parece que se deriva a las opciones más orgánicas o naturales, detectando así una tendencia a optar por la calidad y lo saludable en este tipo de consumo.