Desde el comienzo de la inflación, los titulares de los medios a nivel global, se hicieron eco de la tendencia de las empresas a reducir el contenido o el tamaño de sus productos pero manteniendo el mismo precio, para hacer frente al incremento de los costes, es lo que se conoce como reduflación.

Esto es algo que no ha pasado desapercibido para los consumidores, según lo refleja Ipsos, con su Global Inflation Monitor, que sondea periódicamente en 33 países la percepción de la ciudadanía (oleada realizada entre el 20 de octubre y el 3 de noviembre de 2023) sobre la inflación, cómo les impacta y sus expectativas de futuro.

De acuerdo con este informe, de media, un 46% de la población mundial declara que han notado en sus compras, que los productos cada vez son más pequeños o tienen menos cantidad, pero pagan lo mismo que antes. Un dato que aumenta en 8 puntos en el caso de España, con un 54%.

Como es de esperar, 6 de cada 10 consumidores españoles ven esta práctica como inaceptable, lo que sitúa a España, entre los países europeos más críticos en este sentido, después de Francia (67%), Suecia (63%) y Países Bajos (61%), que comparte porcentaje con España.

Los snacks (52%), pan, pasta y arroz (39%), dulces y chocolates (37%) y comida precocinada (36%), son los productos donde la gente dice haber percibido más la reduflación.

Otro de los datos que analiza este estudio es la situación económica en la que se encuentran las personas en este contexto inflacionario. En España, un 38% de la población afirma vivir cómodamente en lo que a economía se refiere, el mismo porcentaje que declara vivir con lo justo; mientras que un 23% dice encontrar dificultades para llegar a fin de mes. Estos datos se han mantenido en los mismos niveles desde abril de 2022, fecha en la que Ipsos realizó el primer estudio de este monitor.

Las perspectivas de que esta situación económica mejore para el año que viene no es muy optimista. Solo un 23% piensa que en 2024 su poder adquisitivo aumentará, mientras que un 30% declara que bajará.

Por otro lado, la ciudadanía ve lejos el final de la época inflacionista. Cuando se les pregunta por cuánto tiempo creen que pasará antes de que la inflación vuelva a la normalidad en España, un 71% declara que los altos ratios de inflación acabarán en un periodo comprendido entre uno y dos años, una tendencia similar a nivel global (62%). España se encuentra entre los tres países europeos más pesimistas en este sentido, después de Suecia (81%) y Reino Unido (78%).

Ante estas perspectivas, es normal que la mayoría de la gente (46%) piense que los bienes y servicios costarán más que ahora dentro de un año y solo un 11% piense que los precios bajarán. La cesta de la compra es lo que más se incrementará en los próximos seis meses, así lo declara un 71%, seguido de la energía – luz, gas, gasolina- (69%), otras compras del hogar (68%) y ocio (61%).