Un nuevo barómetro elaborado por el Instituto AI for Sustainability de ESSCA School of Management revela que muchas empresas europeas están adoptando inteligencia artificial no por una estrategia clara, sino para evitar quedar rezagadas en la carrera tecnológica. El informe, además, destaca diferencias significativas según el tamaño y sector de las organizaciones.

Inversión con motivaciones desiguales

El estudio, realizado a partir de encuestas a 422 responsables de tecnología en Europa, muestra que el 31% de las empresas invierte en inteligencia artificial principalmente por presión competitiva. Mientras tanto, las medianas empresas suelen basar su inversión en necesidades específicas previamente identificadas. En las grandes empresas, más del 20% de las decisiones sobre IA están impulsadas por la dirección.

Las microempresas y pymes enfrentan mayores barreras: el 37% de ellas aún no ha realizado ninguna inversión en inteligencia artificial, lo que evidencia una brecha en la adopción tecnológica según el tamaño empresarial.

Aunque un 85% de las empresas afirma usar la IA con fines de desarrollo sostenible, el enfoque se dirige más a los desafíos sociales que a los medioambientales.

Retos y riesgos persistentes

Entre los principales riesgos mencionados por los responsables de IT están la gestión de datos (29%) y la falta de preparación ante retos propios de la IA, como los sesgos algorítmicos, las alucinaciones de los sistemas, y la necesidad de supervisión humana. Un 18% de las empresas ha tenido que modificar o cancelar proyectos por cuestiones éticas.