Cinco años han pasado desde que KFC se aliase con Doritos para lanzar una quesadilla de pollo frito con crujido de Doritos. La cadena de restauración ha decidido recuperar, por tiempo limitado, este producto y para comunicarlo a los consumidores ha lanzado la campaña “La Chingona”.

El divertido western de KFC

Desarrollada por la agencia creativa PS21, la propuesta de publicidad cuenta con dos vídeos que recrean un western de clásico en miniatura. La pieza, protagonizada por mariachis de juguete, caballos de plástico e incluso un horse thru, está rodada en stop motion e inspirada en las películas de cartoon del far west.

La película juega con la desproporción entre protagonistas a escala, una quesadilla gigante y el caos que provoca en el Viejo Oeste las dimensiones y el crujido de los Doritos.

Además de contar con presencia en televisión, el plan de medios de Arena Media ha incluido cine, digital, exterior, rede y Spotify.

Según explican en la nota de prensa enviada a los medios, “la nueva edición de ‘La Chingona’ mantiene su esencia: una quesadilla compuesta con dos filetes de pollo crujiente rebozados con la receta original de KFC y Doritos acompañados de queso fundido, tomate y una mezcla de salsas. El producto incorpora la salsa Coronel, un ingrediente que añade un toque cremoso y característico”.