Una nueva campaña de publicidad creada por Lola MullenLove sirve como presentación para mostrar la evolución de marca y el propósito corporativo de Tous. En esta nueva etapa, la firma joyera quiere seguir apostando por la creatividad y la autoexpresión y abraza tres atributos, audacia, creatividad y sentido del humor, a partir de los cuales se reinterpretan sus tres grandes emblemas: el rosa, el oso y la ternura. 

Bajo el lema 'We craft a world of joy', se sintetiza en seis palabras el motor que ha impulsado a la compañía a lo largo de su historia y que guía su futuro. Siempre acompañado de un manifiesto, que permite la adaptación a los distintos mercados: “En Tous creamos, diseñamos y forjamos un mundo hecho con las manos y el corazón. Un mundo que inspira alegría, ilusión y pasión para ayudar a las personas a sentirse mejor. Porque el mundo de Tous, más que explicarlo, es mejor sentirlo”, explican en la nota de prensa enviada a los medios. 

En 2020, la firma celebraba su centenario e iniciaba un proceso de transformación transversal, basado en tres ejes estratégicos: orientación al cliente, sostenibilidad y mejora de la eficiencia en los procedimientos. Dentro de esta transformación, se ha impulsado una evolución de marca, que eleva a Tous a su máxima expresión, apostando por su principal legado: la expresión individual y la creatividad a través de sus piezas. Un concepto nacido de la agudeza de Rosa Oriol, que, en los años 70, entendió que la sociedad estaba cambiando y conectaba más con joyas que trascendieran los grandes momentos y que formaran parte de la vida cotidiana.

Esta idea de autexpresión a través de la moda ha tomado una gran fuerza en el contexto actual, convirtiéndose en un elemento intergeneracional, que conecta tanto con la audiencia actual de Tous como con nuevos targets. Así, la firma va un paso más allá y ha apostado por convertirlo en el centro de su evolución, que se materializa en una revisión integral de las fórmulas de relación con el cliente, en la exploración de códigos visuales y en la presentación de un nuevo logo.

En concreto, en el área de diseño se están implementando procesos creativos cada vez más colaborativos y, en el marco de la redefinición de la relación con el cliente, se ha apostado por el sistema de drops en las colecciones, aumentando la frecuencia con la que se lanzan novedades, con el objetivo de conectar con las tendencias y ser una pieza clave para completar los estilismos diarios. También partiendo de esta idea de expresión individual, las piezas que permiten múltiples combinaciones toman un papel destacado y la firma, con su legado joyero, se sigue atreviendo a jugar con nuevos materiales que permiten introducir textura y color.

Así, simbolizando la relevancia de esta evolución, la firma reformula el logo que lanzó en los años 90. La nueva propuesta es un diseño tipográfico contundente, robusto y a su vez amable por sus formas redondeadas, que permite un mayor nivel de customización y una mejor lectura en el entorno digital.

Dentro de estos nuevos códigos estéticos que representan la evolución de marca, destaca que el icónico oso, que se transforma en una fuente de creatividad, a partir de la interpretación en tres dimensiones. De este modo, la marca incrementa su capacidad de expresión creativa y las posibilidades de conexión con nuevos territorios.